Pérez Escohotado, Javier, ed., Jaime Gil de Biedma. Conversaciones. Barcelona: El Aleph, 2002.
Llegeixo una bona part de les entrevistes. Gil de Biedma reconeix una admiració intensa pel Don Juan de Byron. Té altres bons poemes: "The Vision of Judgement" i "Beppo" (pàg. 38). De Baudelaire, reconeixia que l’havia influït molt el de Tableaux Parisiens (pàg. 39).
Gil de Biedma fa una distinció, seguint Coleridge, en La creació poètica, entre imaginació i fantasia (pàg. 50) que per una estona crec que també dec haver llegit en Ferrater. Fullejo Sobre literatura, sense resultat --Ferrater en parla a la seva resposta al qüestionari sobre la crítica de Carles Riba (Papers, cartes, paraules, pàg. 499): "Per fer curt, és la crítica que fonamenta tots els seus judicis de valor damunt una distinció: entre la 'imaginació', que agrumolla en una visió única tota l'experiència de l'home, i la 'fantasia', que la dispersa a dibuixar un objecte darrere l'altre)".
Gil diu que Gabriel Ferrater potser era l’únic d'ells que s’havia interessat realment per la sentimentalitat femenina (pàg. 103).
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Potser valdria la pena tornar a donar un cop d'ull a aquest llibre d'entrevistes de Javier Pérez Escohotado, que em va produir una decepció en el seu moment. Vaig tenir la sensació que els entrevistadors eren massa sovint previsibles, poc aguts, i que Gil brillava menys en les respostes del que un podria esperar.
Mentre no torno a llegir el llibre, afegeixo a l'apunt els fragments d'una entrevista d'Ana María Moix a Jaime Gil de Biedma a propòsit de la gauche divine, feta cap a l'any 1970 o 1971. Moix va aplegar alguns articles de l'època i entrevistes que va fer en el llibret 24 horas con la gauche divine, publicat l'any 2001, just abans de l'aparició del llibre de Pérez Escohotado. L'entrevista a Jaime Gil de Biedma era la més llarga de totes, tancava el llibre, i és substanciosa perquè no s'ocupa de literatura sinó de descriure la societat que l'envolta. Respon en principi quatre preguntes sobre la gauche divine, però no hi dona quatre respostes sinó una argumentació gairebé seguida. Jaime Gil opinava que la gauche divine no era més que una versió de “the beautiful people” a Barcelona.
Creo que la gauche divine se compone de gentes que han sido militantes de izquierdas durante su primera juventud y cuyas esperanzas se han frustrado. No sé si porque la realidad | política de estos últimos años, dentro y fuera de España, se encargó de desmentírselas, o si, sencillamente –y esto me parece más probable--, porque la realidad ni siquiera se tomó ese trabajo y siguió por otro camino: por el mismo de siempre, solo que quizá peor. La ideología de esas gentes ha muerto en cuanto proposición práctica de orden colectivo, y sólo sobrevive en aquello que ha podido ser asumido como actitud cultural. [...] A eso se añade –y aquí me parece que entra lo específicamente barcelonés-- que esas gentes son, en su mayoría, de clase burguesa y gozan de una cierta independencia económica que les permite vivir como les da la gana a partir de las ocho de la noche, cosa que no ocurre con tanta frecuencia en el resto del país. En sus actitudes, no reivindican más libertad que la de su vida personal y la de sus amigos. Se trata de un programa mínimo, pero de aplicación inmediata. (pàg. 96-7)
El problema de esa gente radica en el hecho de que sus ilusiones colectivas se fueron al garete, mientras que su propia vida, dado que eran gentes con una cierta preparación y una cierta competencia, se ha establecido bien. Es decir, en su vida personal, han alcanzado un éxito que no esperaban ni se propusieron nunca, y, en cambio, lo que esperaban no se produjo. (pàg. 98)
Afegeix que la gauche divine no hauria pogut aparèixer a Madrid. Catalunya és més europea, diu:
No porque esté más al corriente de lo que pasa cada día, de lo que se estrena en Londres o se lee en París –que es lo que creen los madrileños--, sino porque hay más gentes que tienen una idea de en qué consiste ser francés o ser inglés. [...] Los catalanes tenemos conciencia de que ser francés es algo más que escribir obras de actualidad, sabemos que la literatura francesa o la inglesa, o la italiana, es la expresión de unos modos de vivir y de una cierta coherencia, que no es la española, a lo largo de seiscientos años. [...] La gauche divine es flor de hoy y es un grupito de personas, pero también es un indicio de que, a pesar de todos los pesares, esta ciudad sigue siendo bastante sólida y está bastante bien. (pàg. 99).
La gauche divine sorgeix, segons Gil, a mitjan anys seixanta:
Creo que el giro se produjo entre el 64 y el 65, que fue cuando nos dimos cuenta de lo que había ocurrido. Las bases las puso el programa de estabilización financiera del año 59, y el éxito que alcanzó. Después de 1961, cuando la economía del país se disparó hacia arriba, empezó a resultar cada vez más difícil para el escritor español, o para cualquier persona de izquierdas con intereses intelectuales, contemplar su propia frustración del país. El quid pro quo resultaba cada vez menos espontáneo, cada vez más forzado. Creo que fue eso lo que hirió de muerte a la literatura social. La estabilización y el desarrollo, que fueron costeados por los trabajadores y que obligaron a tantos de ellos a emigrar a otros países, nos obligaron a los escritores a emigrar a otros temas. (pàg. 100).
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Apunt revisat el 24 d'agost de 2022
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